“Nos encontramos jugando”, es un espacio de encuentro, entre los niños y niñas y sus padres y madres.

Parte de la reflexión en nuestras tertulias del grupo de madres, ya que nos dábamos cuenta de que dedicábamos mucho tiempo a estar con las criaturas, pero sobre todo cuidándoles y no jugando con ellas. De ahí surgió la idea del disfrutar compartiendo un espacio que para nuestros hijos e hijas es fundamental, y que para nosotras en principio suponía un reto: volver disfrutar jugando y no solo tratando de entretenerlos, como estábamos acostumbradas.

Nace pues la idea, con la intención de “reaprender” a jugar, en el caso de las personas adultas (papis y mamis), y que ese aprendizaje nos acerque, a través del juego a nuestros hijos e hijas.

Inicialmente pensamos en juegos tradicionales, que fueran al aire libre, donde se pudiera correr, saltar a la comba, jugar a la pelota etc., juegos que supusieran acercarlos a ellos y ellas… y a la que fue nuestra forma de jugar y entretenernos, y que en la actualidad están en desuso.

Montamos desde la Asociación varias jornadas de actividades encajadas en este objetivo y donde también participaron los padres. Así organizamos la que fue nuestra primera actividad del espacio “Nos encontramos jugando”:

“Un día en el parque”, y allí compartimos juegos, almuerzos, meriendas y visitas a animales. Nos dividimos la organización entre todas las madres, tanto de juegos, como de infraestructura: una mamá preparó anotaciones sobre los animales, otra sacó los billetes del tren de cercanías que nos llevaría al parque, otra recopiló los juegos que haríamos etc.

La experiencia fue muy linda tanto para las niñas y niños, como para las personas adultas, si cabe destacar que la participación de los padres fue bastante menor que la de las madres, tenían más resistencia a participar en espacios abiertos, donde la gente que estaba en el parque se quedaba mirando.

En un segundo momento, coincidente con la época del año otoño- invierno, se montaron lo que llamamos talleres, se realizaban en casa de alguna de nosotras y la mamá de la casa se preparaba especialmente la “sesión”. Así hemos tenido talleres de cocina- repostería, pintura, dibujo etc.

Coincidente de nuevo con la estación de verano, y ya en nuestra etapa última, nos reunimos un día fijo a la semana, en la playa, donde damos rienda suelta a nuestras ganas de jugar y ¡como no!, de refrescarnos.

Compartimos nuestras meriendas, y también en muchas ocasiones nuestras cenas, en definitiva de compartir se trata. Seguiremos encontrándonos, con nuestros niños y niñas y entre nosotras. Os proponemos que os apuntéis a esta idea, de verdad desde nuestra propia experiencia sabemos que vale la pena y que con el apoyo de “un grupo” de padres y madres las actividades resulten más variadas y muchísimo más divertidas.